¿Donde está el Belén?

"Feliz Navidad", esa es la frase más repetida de estas últimas semanas. Familia, amigos, compañeros de trabajo... comparten imágenes, vídeos, audios o textos. Alguna llamada... muy pocas cartas... Los tiempos cambian. En la mayoría de ellas vemos paisajes nevados, adornos de navidad, composiciones de lazos y flores, animales y pinos decorados hasta lo más alto, no les falta detalle. De igual modo se presentan las ciudades, los centros comerciales, la mayoría de establecimientos y nuestros hogares. Muy bien. Todo son deseos de amor, fraternidad... todo son buenos modales que, por el egoísmo del ser humano, se queda anclado un 6 de enero y no vuelve a aflorar en su interior hasta el próximo 24 de diciembre (o antes, según ponga antes o después Mercadona el turrón a la venta) 

Luego vienen las cenas de empresa, las de los amigos, los compromisos familiares. La televisión se llena de gorritos de Papa Noël. Anuncios de Navidad llenos de juguetes, y repetición de lo mismo que arriba mencionaba: paisajes nevados, espumillón, estrellitas, bolas de oro o plata.. adornos bañados de purpurina, velas... y un largo etc de instrumentos decorativos, un largo listado de audiovisuales, publicitarios o no, que nos venden una Navidad programada, una Navidad que no nace del corazón, una Navidad que pretenden sea automática.

Qué pena ¿Verdad?

Hace unos días veía una película americana "El Grinch" (del año 2004) y es exactamente un reflejo de lo que hoy día se vive. Pintan una sociedad llena de regalos, buenos modales, casas decoradas hasta el último rincón. Luces y más luces. Esa misma película casi la recreo con los productos que vendía una conocidísima cadena de centros comerciales. Decoración de muñecos de nieve. Calcetines con la cara de Papa Noël. Casitas y demás construcciones nevadas en miniatura. El puesto de palomitas. La comisaría. Una parada de taxis. Una gran pista de patinaje. Distintos tipos de atracciones, como las sillas voladoras... que bonico oye... Ramas de pino en grandes cestos, colgantes y adornos que imitan al cristal. Manteles y platos llenos de dibujitos que emulan todo lo anterior dicho.

Francisco Salzillo. Niño Jesús.
Misioneros claretianos. Segovia

Oiga ¿Y el Belén? Qué tristeza me produce cuando el Misterio de nuestra Salvación esta ausente en tantos y tantos sitios. Ni un triste nacimiento, aunque sólo sean San José, la Virgen y la figurica del Niñico Jesús. Nos hemos inventado una nueva Navidad. Unos dias alejados de Dios. Todo queremos que sea bonito, buenas formas... pero sin Él. ¿Por qué? ¿Qué celebra esa gente entonces? O mejor dicho, sin Nacimiento de Dios ¿Qué pretenden que celebremos si no hay nada que celebrar? No pretendo herir ninguna ideología, pero ¿Qué sentido tiene celebrar algo en lo que no se cree? Que burda mentira.  Nos alejamos de Dios. Un Dios que nos trae amor, amor a manos llenas, sin condiciones, sin miramientos. Un amor que nos lo da una y mil veces aunque pequemos, aunque le fallemos. La Misericordia de Dios es infinita y nosotros hacemos caso omiso. Se hace Hombre entre nosotros. Nos entrega el Reino de los Cielos, nos dice que tomemos a su Santísima Madre como nuestra y ¿así se lo agradecemos? Señor perdónanos porque no sabemos lo que hacemos.

(Por no hablar de los Reyes Magos... mejor Papa Noël que viene antes que ellos. Que ganas de consumir, de gastar... cuando encima los Reyes ha sido lo nuestro de toda la vida. Cada vez nos dejamos más invadir por un sentimiento que nos imponen y aceptamos. Al igual que con Halloween...)

En resumidas cuentas queridos amigos de Sentir Cofrade, espero y deseo, de todo corazón, que tengan muy Feliz Navidad. Pero Navidad de la buena, la de Cristo. Ojalá que esas formas de las que luego presumimos estos días aguanten un poco más que 3 semanas, que no se lleve las palabras el aire de este invierno, que aguanten el resto de estaciones... y por ello, un Feliz 2015. Que el Señor nos regale un año lleno de procesiones, de cultos y de buenos momentos nazarenos, encuentros con el Señor y Amantísima Madre en cualquiera de sus advocaciones, en cualquier iglesia o parroquia. Un fuerte abrazo

Francisco Nortes

Director de Sentir Cofrade