NUEVO PASO PARA MURCIA

EL SANTO SEPULCRO, DE JUAN DORADO
UN PASADO Y UN FUTURO

por Luis Luna Moreno

Uno de los grandes temas que tiene pendientes la Semana Santa de Murcia es, indudablemente, la recuperación del espectacular conjunto procesional que realizara Juan Dorado Brisa en 1896 para la Concordia del Santo Sepulcro. En el grupo escultórico aparecían cinco figuras angélicas arropando la antigua imagen de Cristo Yacente, atribuida a Nicolás de Bussi; con esta imagen articulada, se había realizado la tradicional ceremonia del Desenclavo, como acto previo a la procesión del Entierro de
Cristo, posiblemente desde fines del siglo XVII hasta el conocido incidente originado por el Corregidor Retana en 1780, por cuestiones de protocolo1. Esta recuperación ha sido, y sigue siendo, un deseo y una ilusión de la Junta de Gobierno de esta Real Cofradía.

Actualmente un entusiasta grupo de nazarenos murcianos pretende, con muy buen criterio, recobrar este paso para la procesión del Santo Entierro, de la Cofradía del Santo Sepulcro, en la tarde de Viernes Santo. Vaya este texto en agradecimiento y homenaje a su ilusión y su esfuerzo. Una interesante vinculación alegórica reúne la urna del Santo Sepulcro, donde se conserva la imagen de Cristo Yacente, con la presencia de figuras angélicas. Así lo encontramos en el paso vallisoletano
procedente de la cofradía de las Angustias, conocido como de Los durmientes (por las figuras dormidas de los soldados romanos) realizado por Alonso y José de Rozas en la segunda mitad del siglo XVII, pero siguiendo el modelo de un grupo anterior, obra de inicios del mismo siglo.
En este paso, dos ángeles parecen custodiar la urna donde descansa el cuerpo de Cristo. Esta conjunto sirvió de modelo, en su época, para el paso de Medina de Rioseco, y, modernamente, para el grupo de Daimiel. Esta unión del Santo Sepulcro y figuras angélicas aparece, diversamente, en otros conjuntos; a veces, los ángeles sostienen la urna, como en el caso del desaparecido paso de Málaga, obra de Fernando Ortiz, en 1749, obra que tuvo gran influencia en su entorno2; en este modelo, los ángeles se integran en el diseño general del trono. Mas modernamente, en el grupo procesional de Gerona, los ángeles acompañan y trasladan la urna donde yace el cuerpo de Cristo, a modo de cortejo funerario. Todos estos pasos señalados hasta ahora presentan un esquema de distribución de figuras basado en la simetría.

Sumamente interesante era el grupo titular de la Concordia del Santo Sepulcro de Murcia, desgraciadamente desaparecido en 1936, en el que la disposición de los ángeles rompía los anteriores esquemas de simetría, configurando un conjunto eminentemente dinámico, quizá teatral, pero muy efectista y espectacular. La cofradía, para acompañar a la imagen articulada de Cristo muerto, obra a tribuida a Nicolás de Bussi, convocó un concurso “También se ha tomado el acuerdo de estimular a los escultores y dibujantes para que presenten proyectos y presupuesto, para la colocación del Señor, en un nuevo paso del Sepulcro, que contenga las alegorías de la Pasión y algunos grupos de ángeles en forma de adoración al Sagrado Cuerpo de Nuestro Señor...”3 La obra se adjudicó al escultor Juan Dorado, que realizó un novedoso y llamativo grupo, que superaba los planteamientos de la cofradía. En esta composición, los ángeles levantaban la tapa del Sepulcro mostrando el cuerpo de Cristo, al modo de una gloria barroca, aunque estilísticamente las figuras corresponden a una estética “academicista”. El concepto de procesión como Entierro, que representaba el traslada del cuerpo de Jesús, muerto, hacia el sepulcro (es significativo que a este paso se le llamaba la Cama, el lecho fúnebre), queda enmascarado con una alegoría que representa al propio Sepulcro, custodiado y exaltado por las figuras angélicas. El paso causó un gran impacto en la ciudad y su entorno, en el que colaboraba la gran cantidad de puntos de iluminación que lo adornaban, desplazándose a Murcia un

considerable número de personas cada Viernes Santo para contemplarlo. El modelo hizo fortuna, y siguiéndolo, se realizaron pasos para Hellín, Crevillente, Algezares y otros lugares, con mas o menos modificaciones y aciertos.

Algezares (Murcia) Obra de Antonio Labaña

La recuperación que de este paso se ha planteado, inteligentemente, no consiste en una reconstrucción arqueológica del conjunto desaparecido, sino una recreación a partir de los propios valores que expresaba el grupo original, intentando solucionar alguno de los problemas no resueltos en la obra de Dorado, concretamente, la desigualdad en la importancia de las dos visiones laterales; en efecto, es enormemente significativo que todas las fotografías conservadas (al menos todas las conocidas y publicadas) muestren solamente una visión del paso desde el mismo lateral, (con el
espectacular ángel que desciende hacia el cuerpo de Cristo) lo que parece indicar la escasa importancia en la visión del otro costado, en el que, posiblemente, solo se vieran las espaldas y las alas de las dos figuras que sostenían el ángulo de la tapa. Sólo me queda desearles todo el éxito que se merecen a los actuales impulsores de este proyecto (Francisco y Jesús Sotomayor González) y a
los escultores seleccionados para realizarlo, Juan y Sebastián Martínez Cava, de cuyo buen hacer conocemos suficientes muestras. Éxito imposible sin la necesaria colaboración de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía del Santo Sepulcro, bajo la siempre entusiasta y juiciosa Presidencia de
Antonio Ayuso Márquez. Si todo llega a buen puerto, será un día feliz para todos los que amamos la Semana Santa de Murcia.

Los hermanos Martínez Cava junto a su obra más conocida:
la réplica del Cristo del Perdón de Murcia 

1 LUNA MORENO, L. “La Ceremonia del Desenclavamiento en Murcia” Murcia, Semana Santa 2006.

Cabildo Superior de Cofradías, Murcia, 2006. pp. 66-70.

2 ROMERO TORRES, J. L. “Urnas barrocas del Santo Entierro en el patrimonio artístico de Andalucía”
Religiosidad popular. Cofradías de penitencia. El Escorial, 2017. pp. 919-935.

3 Diario de Murcia, 17 de marzo de 1895