Bajo el manto de la Fuensanta y Peregrinación histórica en Cartagena
El pasado martes 25, Solemnidad de la Encarnación, Ntra. Sra. de la Fuensanta acogió bajo su protector manto a los más pequeños de la ciudad de Murcia. Como se viene celebrando desde hace décadas, instituido por su actual camarera Doña Pilar de la Cierva, largas colas de carricoches, madres, padres, abuelos, fotógrafos y devoción, mucha devoción a la Madre de Dios "que un día bajó del cielo, para que en la Vega florezca el rosal" Más de 500 niños en dos horas escasas fueron pasados bajo su protector manto.
Y como el protagonista de la ocasión, junto con Ella, es su manto, vamos a conocer un poco más sobre este terno regalado por el Comisario de la Seda
EL TERNO MORADO OFRENDADO POR
D. Federico Bernades Alavedra, Comisario de la Seda
Nuestra querida Patrona cuenta entre su ajuar
con un valioso y muy peculiar terno morado, conocido popularmente como el de la
seda o el de los gusanos de seda, y que es el que actualmente suele lucir en
sus estancias cuaresmales en la Catedral de Murcia.
Fue ofrendado a la Virgen de la Fuensanta en
1928 por D. Federico Bernades Alavedra, industrial sedero catalán y Comisario
Regio para la seda. Dicho Comisario solía cursar visitas protocolarias y de
trabajo a las principales regiones sederas de España, entre ellas Murcia, una
de las cunas históricas de la seda (cuya industria, por desgracia, ya desapareció).
En algunas ocasiones, durante sus visitas dejó diversas ofrendas para las
patronas respectivas.
A nuestra Madre de la Fuensanta le regaló un
terno de raso morado bordado en sedas y oro, cuyo trabajo fue realizado por su
propio taller de bordados de Barcelona. En los distintos elementos decorativos
del manto y el vestido de la Virgen y del Niño, aparecen diversos motivos
alusivos a la manufactura de la seda. Así, en la cenefa del contorno aparecen
mariposas, así como otras cenefas continuas con hojas de morera sobre las que
aparecen gusanos, o capullos de seda unidos entre sí. Todo el campo del manto
queda salpicado por mariposas y en el centro aparecen el escudo de España y el
anagrama de María.
Bernades, antes de dejar su cargo en 1929,
ofrendó un terno idéntico pero sobre raso verde, para la Patrona de Almería, la
Virgen del Mar. Por último, la Virgen de la Fuensanta volvió a recibir este
diseño en 1959, pero esta vez sobre raso blanco.
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Cartagena vivió con emoción el
encuentro entre sus Vírgenes
Coincidiendo con el 50 aniversario de la Coronación de la Virgen de la Piedad, los Marrajos, quisieron rendirle homenaje a su Madre peregrinando con su imagen hasta la Basílica de la Caridad, nombremiento del cual se cumplía el primer año. Dos aniversario que los cartageneros no quisieron dejar de lado y lo celebraron por todo lo alto.
Desde la Iglesia de Santa María partió la procesión que recorrió las centricas calles de la ciudad portuaria, pasando ante Santo Domingo en donde estaba expuesto, tras su Miserere, el Nazareno (al igual que la Piedad, obra de Capuz y pertenecientes a los Marrajos). Solemnes marchas marcaron el ritmo del traslado hasta la Caridad en donde le esperaban multitud de devotos que entre palmas y lágrimas la recibieron a la entrada en la Basílica.
A su llegada al templo el Vicario General de la Diócesis, Don Juan
Tudela, ofició una misa resaltando la figura de María como Reina de todo
lo creado. Al filo de las 21h la impresionante obra de Capuz se
adentraba en Santa María entre un río de gente que no quiso dejarla sola
ni un solo instante. No faltó la Salve cartagenera, los tambores
marcando el paso del trono de la Virgen, espontáneos aplausos al paso de
Ntra. Sra. de la Piedad. Cartagena es única y vive con pasión la muerte
de Ntro. Señor, por algo tienen declarada su Semana Santa de Interés
Turístico Internacional.
GALERIA FOTOGRÁFICA
(Pinche sobre la foto para ampliarlas)
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